Te veía dormir y el mundo
me parecía un lugar más tranquilo.
El sol asomaba en Devoto
y la avenida San Martín
te acunaba en tus sueños.
Lentamente despertabas,
intentando sacarte
el cansancio de tu rutina.
Nunca voy a saber tu nombre,
tus secretos, ni tu postre favorito.
No vas a ser quien me acompañe
a comprar viejos discos.
Solamente te veré en las mañanas
que el destino quiera que otra vez
nos tomemos el mismo colectivo.
me parecía un lugar más tranquilo.
El sol asomaba en Devoto
y la avenida San Martín
te acunaba en tus sueños.
Lentamente despertabas,
intentando sacarte
el cansancio de tu rutina.
Nunca voy a saber tu nombre,
tus secretos, ni tu postre favorito.
No vas a ser quien me acompañe
a comprar viejos discos.
Solamente te veré en las mañanas
que el destino quiera que otra vez
nos tomemos el mismo colectivo.
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