miércoles, 25 de julio de 2012

Telegrama temporal

Pienso. Dudo. Escribo. Borro. Escribo. Enter:

“Hola”

Cierro los ojos. Pianito con los dedos. Miro de costado. Espero.

“Hola! ¿Todo bien? ¿Qué hacías?”

Color verde. Esperanza. Diego Torres. Conejos corriendo en un prado inglés. Indiferencia:

“Nada, acá, sin planes. ¿Vos?”

Tres minutos y ninguna respuesta.
Perdición. Destrucción. Desolación. Abandono. Olvido. Soledad.
Movimiento del otro lado:

“A full con el laburo”

Felicidad. Casamiento. Perro en el jardín. Compras en el carrefour.
Bebés. Vacaciones en la playa. Nietos. Vejez. Geriátrico. Fin.

martes, 17 de julio de 2012

Esperanzas estadísticas

La ciudad autónoma de Buenos Aires tiene una población actual de 2.891.082 habitantes en una superficie total de 202 kilómetros cuadrados que se encuentran distribuidos en 12.255 manzanas atravesadas por 2.159 calles. Su perímetro es de 60,5 kilómetros con una extensión de norte a sur de 19,4 kilómetros y de este a oeste de 17,9 kilómetros. Aunque se suele hablar de los 100 barrios porteños, se encuentra dividida en 48 barrios y en 15 comunas. Cuenta, además, con un total de 640 plazas y plazoletas. Tiene una densidad de población de 14.867 habitantes por kilómetro cuadrado y su promedio de vida es de 80,2 años en las mujeres y de 72,6 años en los hombres.

Tiene cuatro accesos por autopistas (autopista Buenos Aires - La Plata, autopista Ricchieri, el Acceso Oeste y el Acceso Norte). La red ferroviaria finaliza (o comienza) en cinco terminales ubicadas en diferentes puntos de la ciudad: Retiro, Constitución, Once, Estación Buenos Aires y Estación Lacroze. La recorren 135 líneas de colectivos y cuenta con seis líneas de subterráneos. Todos sus medios de transporte permiten que a diario ingresen un total de 1.600.000 personas que vienen a trabajar, estudiar, o ambas cosas. 

De los casi tres millones de habitantes que viven en Buenos Aires el 54 por ciento son mujeres, el resto, se entiende, son hombres. El 54 por ciento de 2.891.082 es 1.561.184. Un millón quinientos sesenta y un mil ciento ochenta y cuatro mujeres, le descuento un millón para incluir a las mayores, a las que ya conocí, a las que están de novia, a las que están enamoradas, a las mujeres que le gustan las mujeres, a las que me vieron y pensaron inmediatamente “ni en pedo” y a las que son muy chiquitas. Me quedaría quinientos sesenta y un mil ciento ochenta y cuatro. No es un mal número para seguir revolviendo, pienso, mientras fumo y miro la ciudad de noche.

jueves, 12 de julio de 2012

Ansiedad discursiva

“Ahhsicomoteestabapordecirantesdequenosinterrumpieranyotequeríadecirquedesdequeteviaquellavezquenoscruzamosenlacasadetuamigatengoganasyenrealidadnosécómodecirteestoquetequierodecirporqueestuvepensandoypensandoypensandoymedijeledigoloprimeroquesemeocurraenelmomentoperoahoraqueteveotodoesolvidonerviosismoyconfusiónqueríasabersitalvezsitenéstiempositenésganasteníaganasdeinvitarteatomaralgoaunbarquemecontaronqueestabuenísimoquédecísvamos?...”

(Más o menos es así, todo apretado, todo rápido, todo junto, a los apurones y casi sin tomar aire, más o menos así sucede).

lunes, 2 de julio de 2012

Estrategias partidarias

En el campo de juego de la seducción no hay dibujo táctico que me sirva demasiado. No importa si juego con líbero, con tres en el fondo o cuatro en línea. El doble cinco nunca alcanza para contener todos mis miedos. Ni tampoco colocar tres delanteros y dos volantes por afuera, que lleguen tirando centros, me garantizan tu victoria.

Hay partidos que gano cada tanto, muchos que pierdo, pero lo importante es encontrarte con ganas de hacerme partido en la butaca de un cine o en la mesa de un bar. Jugando sin trampas, sin simulaciones, sin discutirle al árbitro. Tocando por abajo, abriendo la cancha, buscando el espacio libre que se genere en algún comentario que me deje ver tu alegría en forma de sonrisa, una luz que me lleve hasta la red de tus abrazos, el arco que guarda todos tus besos.