lunes, 27 de febrero de 2012

Nueva rutina

La suavidad de tu voz ingresó directo a la rutina de mi vida, a las corridas, a los días donde ya no puedo despertarme, donde llego tarde a todos lados, cansado de todo, de tomarme subtes y colectivos para hacer lo mismo que hago todos los días: buscar errores dentro de un papel. 

Tu voz llego para cambiar eso, para que cuando el reloj marque las 17 un nuevo mundo se abra ante mí, ante vos, ante nosotros.

jueves, 16 de febrero de 2012

Instructivo de levante

Evitar las frases grandilocuentes. No mostrar un interés desmedido. Escaparse de los lugares comunes. Ser ocurrente con los chistes. Esquivar la desesperación. Ser estratégico. Usar los silencios. Estar seguro. Darle a entender, sin que se de cuenta, que le di a entender que hoy está linda. Pero principalmente y por sobre todas las cosas... ¡pensar antes de hablar!

(Al final, parecer copado, original y despreocupado en una primera salida es un quilombo).

martes, 14 de febrero de 2012

Convenio de corazones

Hagamos un trato: vos me das tu corazón y yo te presto el mío. Y vamos viendo qué hace cada uno con el corazón que le tocó en suerte.

Yo prometo cuidarlo de dolores y desengaños, invitarlo a conocer lugares lindos, compartir tardes de domingo en otoño (que son las únicas tardes que realmente valen la pena), llevarlo mucho al teatro, cada tanto algún musical (pero que yo sepa que esté bueno, para no saturarlo). Tenerlo en cuenta miércoles y jueves, cuando me empiezan a llegar mails para armar los planes del fin de semana. Cada tanto sorprenderlo con algún ramo de flores y bombones, algo que es muy cursi, pero también clásico, como las películas viejas que tanto me gustan.

¿Y vos? ¿Qué pensás hacer con el mío?

jueves, 9 de febrero de 2012

Panzada de amor

Dejé el pan. Reduje las carnes, regulé las pastas, evité las comilonas. Me hice amigo de las ensaladas. Compré duraznos y uvas. Empecé a entender ese asunto de las calorías y ahora sé qué significa la palabra “tentempié”. Abandoné las charlas de política con el pibe de la rotisería. De la coca semanal pasé a la coca light, de la coca light pasé a cargar botellas de agua todas las noches. Sigo con mis clases de baile y juego miércoles y domingo a la pelota.

Tantas vueltas para nada, la panza sigue ahí, inalterable, indiferente, categórica, insobornable, decidida.

Parece que me vas a tener que querer así, como verás, hice todo lo que estaba a mi alcance.

lunes, 6 de febrero de 2012

Otros dicen

Dicen que para levantarse una mina uno no tiene que hacer nada. Dicen que para levantarse una mina hay que jugarla de indiferente. Dicen que uno no puede hacer nada para gustarle, que la mina antes de cualquier cosa que hagas sabe cómo va a terminar la historia.

Dicen que uno es un buen candidato: 32 años, trabaja, vive solo, no se droga. Dicen que si acepta salir contigo uno tiene que tener una idea clara: no cagarla: no cagar la salida, no decir ninguna animalidad, transitar por los carriles normales de la decencia y las buenas costumbres. Dicen que si la chica en cuestión acepta una segunda salida está todo más que bien.

Dicen, todos dicen, todos parecen tenerla clarísima, pero cuando te veo todo eso me cuesta un huevo.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Infierno naranja

Tu falda naranja atravesaba las viejas calles de Buenos Aires, mientras el sol caía y nos cocinaba de calor a las 7 de la tarde. Morir de amor es esto: saber que no importa la temperatura, que no importa haber elegido la camisa (que me puse para esconder la panza) sabiendo que la ciudad a esa hora es un infierno.

No quiero relatar más de todo lo que hicimos aquella tarde, para evitar contar cómo verte era volar por el cielo, cómo en cada pregunta tuya sentía que el mundo se detenía, cómo en cada confesión me sentía un poco más cerca tuyo.

De fondo los actores, las luces, la banda, en primer plano, tu piel eclipsada por los colores, y yo a tu lado, testigo único de tu universo.