lunes, 3 de diciembre de 2012

Sobre maestros y discípulos

Hace un tiempo atrás el señor D fue el maestro del señor N

Fue su mentor. Su Shifu, su Qui-Gon Jinn, su agente K, su Ra's Al Ghul, su Morfeo, su Sri Sri Ravi Sankar, su Eddie Felson, su Roshi, su Mickey Goldmill, su Chazz Reinhold, su señor Miyagi.

Depositó en él todas sus enseñanzas: sus tácticas, sus silencios, sus atajos, sus errores de sistema, sus trampas, sus salidas de emergencia, sus estrategias más efectivas. Lo programó con paciencia para saber esperar. Lo llenó de preguntas indicadas para usar durante el trascurso de una cena. Le brindó una guía de respuestas correctas para cada momento específico. Le regaló su modo de ver todo un mundo, de entender los secretos de un universo incomprensible.

Después de meses de arduos entrenamientos, de caminatas interminables por el medio del bosque, de charlas explicativas, de días enteros bajo el sol del verano, de gráficos y proyecciones, de ejercicios sin (aparente) sentido, de levantarse todas las madrugadas para correr por el campo, de ritos e iniciaciones lo dejo listo para comenzar con sus funciones.

Pasó el tiempo.

Cuando el señor D puedo observar los resultados preliminares de sus primeras incursiones en oficinas, cumpleaños, bautismos, casamientos, boliches, bares y lavanderías. Cuando se dio cuenta que su legado quedaba en buenas manos, decidió rendirse y abandonar todo. Fue el momento en que el señor D se enamoró. De dar comienzo a una nueva aventura, con mayores riesgos, con más peligros, sino, me pregunto, qué otra cosa tiene mayor vértigo que querer tener un proyecto de vida con una señorita.

Mientras tanto, el señor N sigue mostrando una estadística impecable. No crece el pasto por donde pisa. Pero me parece que él, también, ya busca nuevos desafíos.

7 comentarios:

  1. Quiero un señorito que quiera tener un proyecto de vida conmigo, y viceversa.
    Dónde se compran esos?

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  2. Hay que buscar, caminar, revolver, probarse diferentes talles en este gran ofertón que es la vida jaja. Saludos UPR!

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  3. Eso de que el pasto no vuelva a crecer si que es difícil de lograr...

    Buen texto.
    Nos leemos,

    J.

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  4. Gracias José! Hacemos lo que podemos. Nos leemos. Saludos!

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  5. Pobre señor N. ¿Por qué siempre hay que aprender antes de hacer?

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  6. Primero te enseñan algunos procedimientos, pero en realidad, como con todas las cosas, se aprende mucho más mientras se va haciendo. Saludos Julieta!

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  7. Hola Maldo! Te he dejado un premio en mi blog...vamos, diviértete.Abrazo!

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