lunes, 4 de febrero de 2013

Degeneración veraniega

Tal vez me ves muy relajado de anteojos, pantalón corto y ojotas en la playa, pero dentro de mi cabeza en lo único que pienso es que el cuerpo humano se va degenerando con el tiempo. Cada célula que nace y muere pierde la vitalidad de sus inicios. La flexibilidad y tersura dicen adiós después de amenas primaveras. Cada borrachera, cada noche de juerga que vivís deja marcas en el organismo, ese mismo que ya no se recupera como antes, que de a poco comienza a perder todo lo que la juventud le había regalado en su comienzo.

Todo lo que no hice. Todo lo que pospuse para la semana que viene. Los consejos que nunca escuché. Las ensaladas César que siempre evadí. Los descontroles que abracé con ternura. Todo lo que (no) hice tiene un balance final, evidente, real, duro, inevitable, impostergable: llegó el momento de sacarse la remera.


Pero de repente, en medio de mi locura y mis planes de revertir esta situación para el año que viene, un mensaje tuyo suena en el celular e instantáneamente todo se me olvida.

6 comentarios:

  1. Hay que oponer resistencia al cuerpo ... en la medida de lo posible.

    Saludos Maldo.

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  2. Todavia hay tiempo para hacer eso que no se hizo!
    Saludos!

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  3. No hay que dejar nada para más adelante si se puede hacer hoy, digo...
    Un beso

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  4. Soy una malpensada, interpreté otro significado de "degenerado". Jajajaja!!!

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  5. Jaal: Coincido! Hay que oponerse todo lo que se pueda jaja. Un abrazo!

    Patricia: "Hoy es siempre todavía". Un beso!

    Eva: Quisiera, pero la verdad es que soy muy vago y poco metódico. Beso grande!

    Cintia: El mensaje estuvo muy bien, tal vez no lo aclaré, tal vez lo escribí mal, tal vez no se entendió, pero era de una chica que siempre me pareció muy linda. Besos!

    Vale: Genial!! (era la idea). Pero igual te quiero contar que no sos la única mal pensada que hay por acá jaja. Un beso grande!

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