martes, 13 de septiembre de 2011

Dragones

Caminabas por la noche,
yo a tu lado sin animarme a decir
lo que había pensando por días:
palabras escritas con amor y paciencia,
con delicadeza para conmoverte.

Caminaba y a mi lado
estaba la posibilidad
que tanto había esperado:
encontrarnos en soledad.

Me dije “si no hablás nunca vas a enterarte”,
tomé aire y pedí que me prestaras atención.
Comencé a decirte lo guionado mientras
dragones peleaban en mi panza.
No me animé a mirarte a la cara,
ya estaba demasiado expuesto.

Finalicé las palabras pautadas,
y entre autos y colectivos
reinaba el silencio.
Todo permanecía en quietud
cuando levanté la mirada y vi
el comienzo de tu sonrisa.

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