martes, 30 de julio de 2013

Generando el contacto

La miraba atentamente. No se quería perder ni un detalle. Buscaba en sus gestos algo que le permitiera el primer contacto. Algo que genere una excusa. Sus ganas de contarle la vida que hoy tiene. Una vida sin preocupaciones, sin horarios ni responsabilidades. Compartir la inmadurez que vive, disfruta y ni siquiera se cuestiona. Decirle lo poco que sabe, las cosas que fue descubriendo y aquellas de las que tiene una mínima sospecha. Por todo eso me parece que la miraba tan fijamente. Estaría pensando en preguntarle su nombre, dónde vivía, cómo se lleva con su padres. Dónde podrían ir cuando los dejen salir solos. Algo para hacer durante el día.

La miraba muy concentrado y nada parecía distraerlo. No había forma de sacarlo de ese limbo en el que estaba inmerso. Y mirá que yo intentaba sobornarlo con un poco más de sundae de frutilla, pero no, no había caso, a mí tampoco me daba bola.


(Mi sobrino se cuelga cuando ve una nena. No sé a quién habrá salido).

9 comentarios:

  1. ¡Quéeeeeeeee lindo, Maldo! ¡Qué dulzura de pequeño!

    Yo creo que a través del helado le fuiste pasando varias cosas...

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  2. La mirada siempre es más fuerte...

    Saludos

    J.

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  3. Las más lindas miradas...las del nene. Las del tío viendo al nene.

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  4. Quizá la mira tanto porque no la entiende, ya de nenas son difíciles de explorar...
    Salud-os

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  5. El primer encuentro es a través de las miradas que se buscan y se hablan. Qué listo tu sobrinito ¿A quién habrá salido?
    Besos

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  6. Avellaneda, Cintia, José, Yeka: Gracias por los comentarios. Saludos!

    Amando: ¡Cuánta razón tenés! Abrazo.

    A veces Eau, a veces Euria, parfois Idoia: Ni idea a quién salió jaja. Beso!

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  7. "Y mirá que yo intentaba sobornarlo con un poco más de sundae de frutilla" jajajajaja muy bueno, que lindo sobrino eh, así salen despues :P jaja. Besos!!

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