Ella lo miraba en silencio, con gesto de enojo escuchaba sus explicaciones, era evidente que parecía no creerle. Él abrió los brazos hacia abajo mostrando su fastidio y su cuerpo pareció simular una flecha que señalaba el cielo con ira.
Es interesante notar la postura corporal de una pareja discutiendo: por momentos la quietud y la calma, y de repente, rápidos movimientos de brazos y rostro junto a un mar de reproches.
Pienso que a veces cuando más le prestás atención a una persona es cuando menos la entendés, porque los dos se miraban fijos a los ojos y no podían comprenderse. Pienso que funciona mejor al revés, cuando caminas por la calle, sin rumbo, tomados de la mano, y escuchás (a lo lejos) cómo te cuentan la interna de la oficina y lo yegua que es una de sus compañeras de trabajo, vos vas mirando y pensando en otra cosa, pero sabiendo que juntos están compartiendo algo que es de los dos.
Ellos seguían discutiendo, yo pasé por al lado, decidido a comprarme tres empanadas, mientras que en mis auriculares sonaba come what may y el amor parecía algo más fácil.
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