Tus ojos en los míos. En el piso de madera nuestros zapatos juntos. Tomo tu espalda, agarro tu mano y abro con el pie hacia la izquierda. Con simulada autoridad te marco el camino, manejo tu destino por tres minutos. Mi pie derecho toca el pie izquierdo y avanza dos pasos. Busco oxidadas melancolías para verme triste, serio y concentrado.
Pausa. Espero.
Miro alrededor.
Veo parejas moverse torpemente, igual que nosotros.
Siento tu respiración sobre mi pecho. Mi pie derecho avanza una vez más y el izquierdo lo sigue. Soy el encargado de cuidarte de choques y golpes. Mi pie izquierdo toca el pie derecho y volvemos hacia el centro. Nuestros zapatos juntos en el piso de madera. Nos miramos con nostalgia de arrabal, mientras escuchamos terminar el último tango.
Esto me parece totalmente sensual.Un abrazo!
ResponderEliminartangazo! guau
ResponderEliminarQue bueno que te parezca sensual, en serio. Saludos Yeka!
ResponderEliminarFernanda: Bailar tango está bueno, hay que seguir aprendiendo. Saludos!
ResponderEliminarMi imagición no solo voló, voló alto!
ResponderEliminarBuenísimo! Beso grande!
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