Picada

Entraste cuando mis ojos
se perdieron en tus rulos,
cuando vi como dejabas
tus cosas para ponerte cómoda.

Mientras tanto mis manos
seguían buscando quesos y manjares.
Mis ganas de fumar hicieron que habláramos,
que me cuentes tus dudas,
de tus días de estudio y trabajo.

Yo te miraba hablar y sólo pude enamorarme.

Picaporte

Cuando cerré la puerta

y comenzamos a caminar

sospeché que era imposible

que tu belleza estuviera sola,

no creía tener tanta suerte.

Tu “vivo con mi novio” fue lapidario.

Caí en un profundo silencio,

mientras las banalidades

ya no tenían sentido.

Llegamos a la esquina.

Me despediste con un beso

cruzaste corriendo la avenida,

llevabas mi corazón en tu bolsito,

pero no te diste cuenta.

Intacto

Entre mi timidez y mi desconcierto
viniste con tu mano a buscarme,
a sacarme del miedo.
Pero yo sólo pensaba
en cómo hacer el ejercicio.

Te vi por el espejo, sorprendido en un nuevo mundo.
Tu seriedad me marcaba la distancia que nos separaba.
Pero esa noche las palabras hicieron su trabajo,
las miradas me llenaron de incógnitas y un
“no nos dejes” me llenó con un poco de tu luz.